Tarea 1: El efecto de la Inmigración en una sociedad cambiante
Para esta tarea, se
me pidió expresar una opinión crítica sobre que es vivir en una ciudad con
inmigrantes, o más específicamente, que opino sobre la vida en Orriols, en
donde la inmigración llega casi al 30% de la población. Bueno, antes de decir
lo que pienso sobre este tema, el cual despierta bastante interés en mí, me
gustaría empezar por entender cómo funciona la ciudad o mejor dicho: ¿A quién
le pertenece la ciudad? Constantemente escuchamos sobre como “a la ciudad la
hacen sus habitantes”. Creo que es una expresión mal entendida, ya que se interpreta
como para aquellos que nacen ahí. En mi caso personal, nací en Viña del Mar,
pero me he cambiado muchas veces de casa, y por lo tanto de ciudad, región, e
incluso país. Y de esta manera, puedo comprender que no son solo los que nacen
en un lugar los que tienen pertenencia a ese sitio.
Orriols es un barrio
periférico en Valencia (España), en donde, como dije anteriormente, la llegada
de inmigrantes es un tema cotidiano teniendo en cuenta que éste comenzó siendo
un sector agrícola español, que luego se convirtió en el hogar de familiares de
presos republicanos del Monasterio de San Miguel de los Reyes (convertido en cárcel),
y que terminó siendo un vecindario de extranjeros obreros. Por ende desde el
primer momento, este lugar se cimentó en la inmigración, pero luego de los
años, la gente siguió llegando y sea como sea, su atractivo hacia los foráneos
(tanto urbanos como rurales) no disminuyó. Esta afirmación hace que resuene en
mí una pregunta que se nos fue hecha desde la primera clase: ¿Por qué la gente quiere vivir en la ciudad? Considero que
la pregunta no es por qué queremos vivir ella, sino que por qué queremos vivir
en ESTA CIUDAD; qué es lo que ofrece o
qué hace que los demás se sienten interesados en ella, porque no todas
son llamativas ni presentan altos índices de inmigración. Imagino que debe ser
su cultura la que llama la atención o tal vez las oportunidades que ofrece a
los que la ven desde lejos, pero para conocerse de verdad se debe estar dentro,
vivir lo que sus habitantes viven desprenderse de los prejuicios (positivos o
negativos) que se tenga sobre el lugar. Como le escuché a alguien una vez: “la
ciudad se vive desde dentro y no desde arriba”, haciendo alusión a los mapas
territoriales.Un mapa
no habla de un lugar en sí mismo, ni de su cultura, de sus problemas, de sus
virtudes, nada, sólo habla de su ubicación.
Una vez, tuve la
oportunidad de irme a Oslo (Noruega), y me volví, sin planearlo, un
inmigrante que llegaba en busca de algo mejor de lo que mi país me ofrecía. Yo
soy orgullosamente chilena, pero la idea de conocer otra
forma de pensar y otras costumbres, me deslumbraba. Pienso que eso es lo que
sentimos todos al momento de emprender este tipo de viajes. El mío fue corto, pero me pude dar cuenta de cómo se trata a los
nativos y a los “forasteros”. En una ocasión me tocó visitar un barrio cuyo
nombre no recuerdo, en el que se reunían árabes y asiáticos, en el centro de la ciudad. Era una especie de
Patronato pero con mayor seguridad y locales más grandes y también ostentosos.
A primera vista, la diferencia física de los transeúntes era abismal, tanto por
su el color de piel como por el lenguaje o incluso por su vestimenta. Sin
embargo los noruegos transitaban por ahí sin mayor temor ni discriminación, que
intuyo, es la misma forma con la que caminan los habitantes de Orriols, debido
a la hibridación que se ha creado en base a estos sectores. Creo, así, que la
hibridación es un proceso que solo puede generarse en una sociedad en la que
exista tolerancia, y llega de la mano con la transculturalidad, porque, si bien,
cada país presenta multiculturalidad (todos presentan algún tipo de
inmigración) no todos son capaces de desarrollarse y apoyar la Interculturalidad, aunque esto conlleve un poco la pérdida de identidad
territorial, o desterritorialización. Aunque, a su vez, imagino que esto, más
que perjudicial para todos, es la oportunidad para crear una nueva sociedad más
inclusiva y unida, que finalmente también podríamos decir que es un objetivo implícito
importante de la ciudad en sí misma.